Federico L. Baggini
"En espera de esperar tropecé con 
lo inesperado: 
un adiós sin querer, 
 la piel  de una mariposa 
revoloteando en mi vientre."

Federico L. Baggini
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FRAGMENTOS INEDITOS

SILENCIO POR FAVOR

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Un hombrecito consiguió empleo como capataz de ferretería en los suburbios del tiempo, donde el agua que se desecha es el agua que se bebe. Detrás de una caja de remaches, encontró un frasco de silencio, y procurando no ser descubierto, lo ocultó entre sus pertenencias. Ya en su casa, desenroscó la tapa y untó un poco de afonía en las tostadas a medio coser que merendaba cada tarde al volver del trabajo. Durante los días y las noches siguientes, el hombrecito anduvo callado, no triste ni apenado, sino callado. Al cabo de una semana fue despedido de la ferretería y, poco después, su esposa lo abandonó como si nada. Acudió, entonces, a los mejores especialistas de la medicina y acogió con esmero los consejos del antiguo chaman. Pero a fin de cuentas todo lo que intentaba resultaba inútil. (...)

31 DE ENERO

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(...)
Hay quienes no huelen por miedo a las arrugas que puedan aparecer en el contorno de la nariz.
Hay quienes no comen por miedo a las arrugas que puedan aparecer en el vientre de Dios.
Hay quienes no oyen por miedo a las arrugas que puedan aparecer en los pensamientos, entonces gritan hasta callarnos, y de esa forma se hacen al silencio.
Hay quienes no miran (o desvían la mirada) por miedo a las arrugas que puedan aparecer en el vértice de las pupilas o en la pureza del sueño recurrente.

(...)

UN CIELO

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Si me preguntan, 
prefiero habladurias entre el infinito 
con la eternidad 
(mientras sucede el cielo 
vanidoso de estrellas 
que titilan 
con el eco del dialogo).

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